Las redes sociales no han perdonado lo que, a su juicio, no ha sido más que una bochornosa manipulación e instrumentalización política de la Selección Española de baloncesto que disputaba (y vencía por 95 a 75) este domingo 15 de septiembre, la Final del Campeonato del Mundo contra Argentina,
“Si ya es nauseabundo ver el previo del partido al tal Pepu Hernández este, que ya conecten telefónicamente con el presidente del Gobierno en funciones dan ganas de apagar la televisión y que vean ellos el partido”, decía un usuario de las redes sociales.
Y solo es un ejemplo porque, tal y como ha comprobado Periodista Digital, han sido centenares las críticas que ha recibido Mediaset (Cuatro emitía este domingo la final, como ha hecho con resto del Campeonato del Mundo disputado en China) por la retransmisión de los momentos previos al inicio del partido de la final entre España y Argentina.
Y es que en Mediaset decidieron dar especial protagonismo a Pepu Hernández, con preguntas incluso con cierto tufillo político, exseleccionador nacional y actual portavoz del PSOE en el Ayuntamiento del Madrid. Hernández fue el entrenador de la mítica Selección Española, liderada por Pau Gasol, que en el año 2006 se proclamaba campeona del mundo en Japón.
El ahora portavoz socialista en el consistorio madrileño estuvo presente, con activo protagonismo, en el plató de Cuatro durante la prolongada previa del partido de España.
Después de la ‘jabonosa’ presencia de Pepu, los espectadores se sorprendían aún más cuando –algo que no tiene precedentes- el comentarista del Mundial, José Antonio Luque, anunciaba que daba entrada en la previa al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que concedía una entrevista telefónica para desear suerte al equipo español y de paso ‘promocionarse’ y sacar rédito político en tan importante evento.
Y esa fue, desde luego, la gota que colmaba el vaso de los televidentes que en un buen número protestaban por el evidente sesgo político que Mediaset había dado a una retransmisión deportiva y expresaban su “repugnancia” por la “promoción” del presidente del Gobierno en funciones. “¿Qué pinta este tío aquí”, decía un tuitero, reflexión que compartían la mayoría de los espectadores.