La sanidad canaria sale a la calle: protestas por el colapso en urgencias y por los bajos salarios en la privada

Trabajadores del servicio de urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC), durante una protesta a la puerta del centro.

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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La sanidad canaria sale este viernes a la calle. Para el último día de febrero hay convocadas en el Archipiélago dos concentraciones. La primera tendrá lugar a partir de las 11.30 horas en la calle Teobaldo Power de Santa Cruz de Tenerife, frente a la sede del Parlamento de Canarias, para protestar por la saturación de los servicios de urgencias, en especial los del Hospital Universitario de Canarias (HUC), las “interminables” listas de espera, así como la falta de recursos y de personal. 

Por la tarde, serán los y las trabajadoras de la sanidad privada en Las Palmas quienes se manifiesten desde las 18.00 horas en la capital grancanaria para reclamar un convenio “digno” después de que se hayan dado por rotas las negociaciones entre sindicatos y patronal para acordar un incremento retributivo de los profesionales para los próximos años. 

La concentración matutina frente al Parlamento de Canarias está respaldada por el comité de empresa del HUC (Satse, Intersindical Canaria, CCOO, UGT y SAE).  La protesta coincide con la celebración en la Cámara regional de la comisión de Sanidad. 

Alejandro Gordillo, representante de Satse, señala que esta concentración pone el foco en “las urgencias del HUC, que son las que peores condiciones tienen”. “Hemos decidido sacar las protestas del entorno hospitalario y trasladarlas al Parlamento porque son los políticos quienes tienen la llave para solucionar los problemas que vivimos”, sostiene. 

Gordillo explica que las urgencias del HUC siguen con pacientes hacinados en los pasillos, “en zonas de evacuación que no deberían estar ocupadas”. El portavoz sindical cuenta que, una vez superado los picos de incidencia de las enfermedades estacionales, el número de personas que acuden al servicio ha descendido pero que, a pesar de ello, se siguen contabilizando “las mismas horas de espera”, hasta 24, para una valoración tras el ingreso debido a la falta de facultativos. “El personal de enfermería no da abasto, porque tiene que estar reevaluando de forma constante, con el consiguiente aumento de la carga de trabajo”.  

Satse denuncia, además, que de forma progresiva se han ido abriendo zonas donde se ubica a pacientes “sin la intimidad y la dignidad que merecen”. “Necesitamos soluciones inmediatas, no podemos seguir trabajando en esas condiciones y no podemos seguir viendo a nuestros pacientes en las condiciones en que están ahora mismo”, apunta Gordillo. 

Otras fuentes sanitarias vinculadas con el movimiento #sosurgenciasHUC aprecian un “esfuerzo” de la gerencia del hospital tras las últimas movilizaciones. “Se han celebrado diversas reuniones con trabajadores y representantes sindicales para escucharnos, han iniciado obras que prometen mejorar los flujos de atención a los pacientes y han implicado a otras áreas hospitalarias en el grave problema que tenemos en urgencias”, han señalado. 

Sin embargo, esas mismas fuentes advierten de que el servicio sigue sufriendo “el cuello de tapón” sin poder liberar las camas de urgencias, con las diez plazas de observación “llenas”, lo que obliga a situar a los pacientes en camillas en los pasillos y en áreas “improvisadas” que “no reúnen las condiciones adecuadas para prestar una atención y privacidad digna”.  

Los sanitarios afirman que la “normalidad” de los últimos tiempos en las urgencias del HUC es mantener cerrado el triaje o el circuito de atención rápida por no disponer de médico adjunto o que esa función la asuma un residente. “Los médicos adjuntos se centran en ver a los pacientes que requieren de una valoración más exhaustiva y pruebas complementarias” en los pasillos, en la zona de reanimación y en el resto de camas de observación. 

Desde esta plataforma señalan que las bajas que se han ido sucediendo en los últimos meses entre los médicos de urgencias se deben al “estrés y sobrecarga laboral”, al verse en algunos turnos “con uno o dos adjuntos para todo un servicio de noche”. 

Para paliar la falta de adjuntos debido al éxodo de profesionales, la gerencia del HUC ha recurrido a facultativos de otras especialidades (medicina intensiva, interna, neumología, hematología…) para cubrir turnos. “Agradecemos el actual apoyo, pero sería más favorable para el paciente disponer de especialistas propios de urgencias y que, de querer seguir pagando extras, fuese a nuestro propio personal médico a quienes se les ofreciera”. 

Las mismas fuentes denuncian la “falta o escasez” de material básico y de camas para pacientes críticos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), lo que obliga al personal de urgencias o a la plantilla volante a asumir su asistencia “sin la formación específica ni los medios materiales necesarios”. 

Clínicas privadas 

La concentración del personal de la sanidad privada partirá a las 18.00 horas desde el Parque de San Telmo de Las Palmas de Gran Canaria y cruzará Triana hasta la plaza de Las Ranas. La protesta está respaldada por todos los sindicatos con representación en el sector (CCOO, UGT, CSIF y SICS), que reclaman un convenio colectivo “digno” que incorpore un incremento salarial “que refleje una mejora real” de las condiciones de los trabajadores.

También apoyan la movilización los colegios profesionales de Enfermería, Fisioterapia, Trabajo Social, Terapia Ocupacional y Dietistas y Nutricionistas.

Las organizaciones sindicales y la patronal de la sanidad privada en la provincia de Las Palmas llevan negociando hace más de un año el nuevo convenio. El anterior se firmó en 2018 y caducó en diciembre de 2023.

Tras la última reunión, celebrada el pasado 14 de febrero, la parte social decidió dar por rotas las negociaciones al entender que no había “voluntad real de diálogo” por parte de las clínicas privadas. La última propuesta de los sindicatos consistía en una subida salarial del 18% en tres años, la mitad de sus pretensiones iniciales. La patronal ha ofrecido, hasta ahora, un aumento del 11% para el mismo periodo, lo que resulta insuficiente para los trabajadores.

También hay discrepancia en torno a los complementos salariales absorbibles o las ratios de personal por paciente.

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